El departamento de arqueología de la Ahnenerbe, hizo multitud de expediciones, en busca de objetos de poder, talismanes de distintas épocas y objetos de tradición esotérica, desde la calavera de la muerte al martillo de Wotan, a la piedra del destino y como no, el Arca de la Alianza y el Santo Grial. La creencia popular decía que el poseedor de estos objetos de poder dominaría la Tierra.
Hitler, siempre había sentido predilección por la Lanza Sagrada, o Lanza de Longinos, con la que el centurión romano había perforado el costado de Jesucristo en la cruz. Esta lanza formaba parte del Museo del Palacio Imperial de Hofburgs en Viena, y había pertenecido a Carlomagno o a Barbarroja, ya en su juventud Hitler acudía al palacio para extasiarse ante la lanza, y consultó la inmensa biblioteca del palacio en busca de referencias. Cuando tomó el poder y se anexionó Austria trasladó la lanza sagrada a su propio terreno, a la iglesia de Santa Catalina en Nurenberg.
Existe en la tradición germánica un Gral, que es más antiguo que el Grial cristiano. Este es una especie de tesoro recuperado de una civilización mucho más arcaica que el antiguo Egipto, nos referimos a Hiperbórea
Que existió en un período muy antiguo, en la noche de los tiempos, y que desapareció hace unos doce mil años. El grial germánico es una piedra que cae de la corona rota de Lucifer.
Para la leyenda germánica, es una piedra traída por los ángeles extraterrestres a la Tierra, una piedra donde estaba grabada la sabiduría antigua. Cuando el continente de Hiperbórea desaparece, quienes logran salvarse llevan consigo una piedra grabada, una piedra esmeralda donde está escrito el conocimiento, la ciencia y la sabiduría Hiperbórea, a través de los descendientes de Hiperbórea que colonizaron Siberia y Europa, las tribus árias, conservaban este objeto. Pero el enigma del Gral está, en que se ha perdido el significado antiguo y ya nadie es capaz de descifrar la ciencia inscrita en él. Debido a una serie de vicisitudes a lo largo de los años va a parar al Sur de Francia donde acabará en manos de los Cátaros. Cuando el ejército alemán entra en Francia, las SS envían a la región de Montsegur, varias expediciones para encontrar el Gral, se dice que en 1944 los alemanes logran encontrarlo, llevándolo a Berchstengaden, donde consiguen descifrarlo, esto permite a los alemanes crear una tecnología vanguardista con el dominio de una energía nueva, la implosión. Crear el disco o platillo volador, aparatos que consiguen vencer las leyes de la gravedad. Este es el Gral que los cátaros preservaron sin que nunca llegaran a descifrar.
Herman Goering, jefe de la Luftvaffe dijo tras ser detenido: “Han tenido mucha, mucha suerte de que la guerra no haya durado unos meses más”……
Hitler, siempre había sentido predilección por la Lanza Sagrada, o Lanza de Longinos, con la que el centurión romano había perforado el costado de Jesucristo en la cruz. Esta lanza formaba parte del Museo del Palacio Imperial de Hofburgs en Viena, y había pertenecido a Carlomagno o a Barbarroja, ya en su juventud Hitler acudía al palacio para extasiarse ante la lanza, y consultó la inmensa biblioteca del palacio en busca de referencias. Cuando tomó el poder y se anexionó Austria trasladó la lanza sagrada a su propio terreno, a la iglesia de Santa Catalina en Nurenberg.
Existe en la tradición germánica un Gral, que es más antiguo que el Grial cristiano. Este es una especie de tesoro recuperado de una civilización mucho más arcaica que el antiguo Egipto, nos referimos a Hiperbórea
Que existió en un período muy antiguo, en la noche de los tiempos, y que desapareció hace unos doce mil años. El grial germánico es una piedra que cae de la corona rota de Lucifer.
Para la leyenda germánica, es una piedra traída por los ángeles extraterrestres a la Tierra, una piedra donde estaba grabada la sabiduría antigua. Cuando el continente de Hiperbórea desaparece, quienes logran salvarse llevan consigo una piedra grabada, una piedra esmeralda donde está escrito el conocimiento, la ciencia y la sabiduría Hiperbórea, a través de los descendientes de Hiperbórea que colonizaron Siberia y Europa, las tribus árias, conservaban este objeto. Pero el enigma del Gral está, en que se ha perdido el significado antiguo y ya nadie es capaz de descifrar la ciencia inscrita en él. Debido a una serie de vicisitudes a lo largo de los años va a parar al Sur de Francia donde acabará en manos de los Cátaros. Cuando el ejército alemán entra en Francia, las SS envían a la región de Montsegur, varias expediciones para encontrar el Gral, se dice que en 1944 los alemanes logran encontrarlo, llevándolo a Berchstengaden, donde consiguen descifrarlo, esto permite a los alemanes crear una tecnología vanguardista con el dominio de una energía nueva, la implosión. Crear el disco o platillo volador, aparatos que consiguen vencer las leyes de la gravedad. Este es el Gral que los cátaros preservaron sin que nunca llegaran a descifrar.
Herman Goering, jefe de la Luftvaffe dijo tras ser detenido: “Han tenido mucha, mucha suerte de que la guerra no haya durado unos meses más”……
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