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La lluvia ácida amenaza al Buda de Leshan

La mayor estatua budista del mundo sufre un rápido deterioro a causa de la contaminación ambiental.

La galopante contaminación y la afluencia de turistas están afectando dramáticamente a uno de los monumentos más emblemáticos de china: el Buda gigante de Leshan, en la provincia de Sichuán. Los trabajos de restauración emprendidos en 2001 han resultado insuficientes, y las mismas autoridades chinas están haciéndose eco de la alarma por el deterioro de esta colosal estatua. Excavado en la ladera de una montaña, el Buda de Leshan –declarado patrimonio de la humanidad en 1996- surgió como iniciativa de un monje llamado Hai Tong, que quería conjurar los peligros de la navegación fluvial en la zona. La imagen de Buda sonriente, sereno, con las manos sobre las rodillas, se labro a lo largo del siglo VIII d.C.
Realizado en piedra, su altura total es de 71 metros; las orejas, cada una de las cuales mide siete metros, están talladas en madera y pegadas al cuerpo de la estatua mediante arcilla. El deterioro reciente de la obra ha hecho que se le desprendan los rizos, aparezcan negros reguerotes en la cara y una de sus orejas este a punto de caer. Un problema que tiene su origen el la contaminación generada por las centrales térmicas próximas, causante de una lluvia acida muy nociva para la estatua.
Desde 1963 se han llevado a cabo varios proyectos de restauración del Buda. La intervención iniciada en 2001 se ha dirigido a apuntalar la gigantesca escultura, eliminar la tierra acumulada, limpiar la cara y reparar las grietas con materiales tradicionales. Aun así, los expertos consideran que la verdadera solución pasar por limitar la polución ambiental y estableces una gestión mas racional del turismo en la zona.
Desde el grupo EMET, queremos invitaros a conservar el medio ambiente, estudiar y admirar nuestro lagado historico es algo que nos une, no destruyamos la naturaleza, no borremos nuestras huellas.