
Vivía en una gruta situada en uno de los salientes del estrecho de Mesina, en el lado opuesto del estrecho vivía otro monstruo legendario, Escila. Estos monstruos simbolizaban los peligros a los que los navegantes debían enfrentarse.
Ulises cruzó dos veces el estrecho de Mesina. La primera vez prefirió enfrentarse a Escila, consiguió pasar pero perdio a seis marineros. La segunda vez, tras la matanza de las vacas del sol, Zeus envio una tempestad que arrastró el barco hasta el abismo de Caribdis. Solo Ulises, que no había participado en el festín elaborado con las vacas, pudo salvarse. Cuando el héroe iba a ser engullido, logró asirse a una higuera que crecía en la entrada de la gruta del monstruo, después cuando Caribdis regurgitó lo tragado, Ulises se agarró al mástil de su antiguo barco.
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